La discriminación laboral en España más preocupante es la que distingue entre hombres y mujeres, de ahí que se hayan tomado medidas legislativas muy severas en ese sentido, que se basan en el principio de igualdad entre los ciudadanos que proclama el artículo 14 de la Constitución.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística, la brecha salarial en nuestro país se sitúa en 2021 en el 21,4%, ligeramente por encima de las cifras del año anterior. Y eso que la normativa sanciona gravemente a las empresas que lleven a cabo este tipo de políticas retributivas.
Sin embargo, la discriminación en el trabajo puede darse por otros muchos motivos y manifestarse de muchas formas diferentes. Y eso también está castigado por la legislación vigente.
Veamos cuáles pueden ser las causas de la discriminación laboral, qué tipos encontramos y de qué maneras prevenirlo en el entorno laboral.
Se considera discriminación laboral a todo trato diferente que recibe un trabajador dentro de una empresa con respecto al resto de sus compañeros, por razones que nada tienen que ver con su desempeño laboral.
Generalmente, este trato discriminatorio perjudica al empleado en cuestión en aspectos que afectan a su categoría profesional, su salario o sus derechos laborales.
La discriminación laboral, por tanto, afecta a los trabajadores por razones de género, edad, religión y otros aspectos que pueden hacer diferente a una persona respecto a una mayoría.
En España, la diferencia salarial entre hombres y mujeres en 2021 es de 4.915 euros anuales
La discriminación laboral en España es la desigualdad que más afecta a las mujeres. Según un estudio realizado por Eurostat en 2018, la brecha salarial en nuestro país era del 14%. Lejos de reducirse, ese porcentaje se elevaba hasta el 20% en 2020. En 2021, según datos del Sindicato de técnicos del Ministerio de Hacienda, la diferencia salarial entre hombres y mujeres en España asciende a 4.915 euros al año.
Como ya hemos apuntado, son diversas las causas por las que un trabajador puede sufrir discriminación laboral. Las razones más frecuentes son las siguientes:
La legislación española protege el derecho de igualdad laboral y considera un delito la discriminación en el puesto de trabajo, por la razón que sea.
Las diferentes causas de discriminación laboral pueden dar lugar a muchas manifestaciones de la misma. A continuación vemos cuáles son los tipos de discriminación laboral más comunes:
Cuando un trabajador recibe un trato laboral peor que el de otro en su misma situación y esto se percibe de manera clara y visible, estamos hablando de una discriminación laboral directa, por razones de género, edad, raza, etc.
La discriminación laboral directa, prohibida por ley, es la que se ejerce de manera clara y visible
Cada vez es menos frecuente este tipo de discriminación puesto que está prohibida por ley.
Serían casos como el de un trabajador español que trabaja un número determinado de horas a cambio de un salario mientras un trabajador extranjero trabaja más horas por un salario menor o incluso sin sueldo.
Este tipo de discriminación laboral se produce cuando, en una situación laboral aparentemente neutral, se ocultan prácticas discriminatorias.
Este tipo de discriminación es más habitual, ya que es más complicada de demostrar.
Un ejemplo de ello es una oferta de empleo que no distingue entre hombres y mujeres pero en la que el empresario tiene claro que solamente contratará a una mujer para el puesto, como una secretaria o una camarera.
También se da cuando una empresa ofrece iguales salarios para los mismos puestos de trabajo pero, en la práctica, los puestos de menor rango están ocupados mayoritariamente por mujeres.
La discriminación laboral indirecta es más complicada de identificar y demostrar, puesto que se esconde en prácticas difíciles de percibir
Se considera discriminación laboral múltiple a la que se produce por diversas razones al mismo tiempo. No hay una causa concreta sino diferentes a la vez. Por ejemplo, ser mujer y pertenecer a una determinada religión.
Este tipo de discriminación laboral se da cuando se realiza una intimidación continua hacia un trabajador concreto, con la intención de causarle un daño moral y una humillación, y su único objetivo es que esa persona abandone por su propia voluntad su puesto de trabajo.
La discriminación laboral por persecución y represalia se dan cuando una empresa o un superior intenta ‘castigar’ un comportamiento previo del trabajador. Por ejemplo, una denuncia del empleado que tiene como consecuencia que la empresa empeore sus condiciones laborales.
Este tipo de discriminación laboral se da hacia una persona que mantiene una relación, del tipo que sea, con otro empleado que está sufriendo una discriminación en el trabajo. Por ejemplo, cuando un empleado es amigo de un trabajador que está siendo acosado y, únicamente por eso, ya es víctima también de discriminación por parte de su superior.
También ocurren los malentendidos en el entorno laboral y éstos pueden dar lugar a una situación de discriminación en el trabajo. A esto se le considera discriminación laboral por error. Un ejemplo de ello es el trabajador que es discriminado porque otros creen que es homosexual y, en realidad, ni siquiera lo es.
La discriminación laboral, en cualquiera de sus variantes, genera un perjuicio al trabajador afectado y puede ser negativo para la empresa
Todos estos tipos de situaciones de discriminación laboral en el trabajo tienen consecuencias muy negativas para los empleados que las sufren, tanto desde el punto de vista moral, personal y anímico como en el desempeño profesional, ya que provoca una bajada en su rendimiento y productividad y su falta de motivación y compromiso.
Pero también puede ser perjudicial para la propia empresa porque esa bajada de productividad ocasiona un empeoramiento de los resultados del negocio y, además, puede generar una imagen negativa de cara al exterior. Además, en caso de denuncia, implicaría graves sanciones para la compañía.
La legislación española cuenta con distintas leyes que tratan de evitar la discriminación laboral en España y que castigan estas prácticas en el ámbito profesional.
Son las empresas las que están obligadas a tomar medidas para evitar la discriminación en el entorno laboral y, en caso de incumplimiento, se establecen consecuencias jurídicas graves para las compañías.
En caso de que se produzca una situación de este tipo, las empresas han de contar con un protocolo de actuación sobre cómo abordar la discriminación en el trabajo, sea por la causa que sea.
Las empresas están obligadas a contar con un protocolo de actuación para abordar posibles casos de discriminación laboral
En España, la ley más importante contra la discriminación en el trabajo es la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, que vela por la igualdad efectiva entre hombres y mujeres. Este texto fue modificado por el Real Decreto-ley 6/2019, de 1 de marzo, y por el Real Decreto Legislativo 5/2000, de 4 de agosto, que aprueban nuevas infracciones y sanciones en caso de discriminación laboral por razón de género.
Como decimos, hay otras normas que castigan la discriminación laboral, por el motivo que sea. Sin ir más lejos, el artículo 314 del Código Penal castiga las formas más graves de discriminación laboral:
«Quienes produzcan una grave discriminación en el empleo, público o privado, contra alguna persona por razón de su ideología, religión o creencias, su situación familiar, su pertenencia a una etnia, raza o nación, su origen nacional, su sexo, edad, orientación o identidad sexual o de género, razones de género, de aporofobia o de exclusión social, la enfermedad que padezca o su discapacidad, por ostentar la representación legal o sindical de los trabajadores, por el parentesco con otros trabajadores de la empresa o por el uso de alguna de las lenguas oficiales dentro del Estado español, y no restablezcan la situación de igualdad ante la ley tras requerimiento o sanción administrativa, reparando los daños económicos que se hayan derivado, serán castigados con la pena de prisión de seis meses a dos años o multa de doce a veinticuatro meses»
Esto quiere decir que, ante una denuncia por discriminación laboral, un directivo de una empresa se expone a castigos de gran magnitud, y que van más allá de una simple sanción económica.
Todo lo anterior nos da una idea de la importancia para una empresa de prevenir y tomar medidas contra la discriminación laboral, ya que es responsable de que se produzcan este tipo de comportamientos dentro del ámbito profesional.
¿Qué pueden hacer las empresas para luchar contra la discriminación en el entorno de trabajo?
El papel de las empresas es clave para prevenir los casos de discriminación laboral
En los casos de discriminación laboral no solamente la empresa está capacitada para tomar medidas, puesto que los empleados que las sufren o que son testigos de estas prácticas también pueden evitar que se produzcan o, en último caso, contribuir a que se ponga fin a ellas. ¿Cómo?
Los casos de discriminación laboral son complicados de abordar dentro de la empresa, pero es necesario tomar medidas tanto si somos los afectados como si son otras las personas que lo sufren en nuestro entorno laboral.
Con las últimas normativas aprobadas, una de las principales preocupaciones ha sido evitar la discriminación laboral por razón de género. En España, los datos laborales reflejan que la discriminación laboral por ser mujer continúa siendo un grave problema.
Tasa de desempleo, salarios, precariedad laboral, acceso a puestos directivos… Son cuestiones en las que todavía se hace necesario dar pasos en pro de la igualdad. Para ello, en nuestro país se han establecido normas para, por ejemplo, reducir la brecha salarial.
Las empresas que no cuenten con un plan de igualdad, estando obligadas a ello, se exponen a importantes sanciones económicas
En la legislación también se contemplan otras medidas. Así, es obligatorio que las empresas con más de 50 empleados cuenten con un registro de las retribuciones de sus trabajadores con el fin de evitar que, para un mismo puesto, unos empleados cobren más o menos que otros sólo por el hecho de ser hombres o mujeres. Es parte de la obligación que ahora tienen las empresas de acogerse a planes de igualdad salarial.
Las compañías que no cuenten con un plan de igualdad, estando obligadas a ello, incurrirán en una falta muy grave y se expondrán a multas de entre 6.250 y 178.500 euros.
Pero, como ya hemos visto, las sanciones económicas no son las únicas que deben preocupar a aquellas compañías que llevan a cabo políticas de discriminación laboral, por el motivo que sea.
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