¿Qué es el bienestar en la empresa y por qué es importante para tu negocio?

Absentismo, problemas de salud mental, inestabilidad financiera, malestar físico… No cuidar el bienestar de los empleados tiene importantes repercusiones en el desempeño y el rendimiento de una compañía. Sin embargo, prestar la atención adecuada al bienestar en la empresa, a los llamados programas de wellbeing, desde una estrategia integral, transversal y holística tendrá resultados muy positivos para una organización.

¿Qué es el bienestar en la empresa?

Los datos que describen la situación actual del bienestar del empleado señalan que todavía es un aspecto al que no se dedican los suficientes recursos. Por ejemplo, el 15% de los empleados reconoce haber sido víctima de mobbing y uno de cada tres europeos sufre algún tipo de enfermedad mental cada año, sobre todo, ansiedad y depresión, de acuerdo con los datos del Colegio Europeo de Neuropsicofarmacología y el Consejo Europeo del Cerebro.

Además, a nivel mundial, más de 160 millones de personas acaban enfermando en relación a su actividad laboral y se registran 2,3 millones de muertes al año, según datos de la International Labour Organization. Solo en España, el absentismo laboral tiene un coste anual de 85 millones de euros. Y el bienestar financiero es una de las grandes preocupaciones de muchos empleados (15% de los hogares españoles sufren inestabilidad laboral grave).

Si bien una gran parte de las organizaciones ya presta atención a estos aspectos, la mayoría lo hacen todavía con programas concretos destinados a cumplir objetivos específicos. Así, se suele prestar mucha más atención al bienestar físico (un 74% de las organizaciones españolas ya lo hacen, de acuerdo con la 2019 Benefits Trends Survey de Willis Towers Watson) que al financiero.

De esta manera, el bienestar en la empresa no debería quedarse en programas o iniciativas aisladas, sino estar impulsado por un propósito y entretejido de los valores organizativos y la experiencia de los empleados. El wellbeing debe estar ligado a un conjunto de políticas, programas y ofertas de beneficios, así como a la cultura deseada, la mejora de la productividad, la retención del talento organizativo a largo plazo y la sostenibilidad de los resultados empresariales. 

Para ello, las organizaciones deben desarrollar una estrategia integral que afronte de manera holística físico, financiero, emocional y social de sus empleados. Pero, ¿por qué deberían hacerlo?

La importancia del bienestar en la empresa

El bienestar en la empresa es una de las bases sobre las que se asienta la experiencia del empleado. Como tal, tiene un impacto positivo en la atracción y la retención del talento, el compromiso de los empleados, el funcionamiento de los procesos internos de la compañía y, por supuesto, la productividad.

De acuerdo con los datos del Global Benefits Attitudes Study de Willis Towers Watson, las compañías con altos niveles de bienestar obtienen mejores resultados.

• El compromiso de los empleados es mayor y se genera el doble de rápido que en una empresa con un nivel bajo de bienestar.
• El número de empleados estresados se reduce en hasta un 70% y, de media, se pierden 6,2 días menos de trabajo por empleado y año por causa del absentismo no justificado.
• El beneficio de la empresa por empleado es un 22% mayor que en las empresas con bajo nivel de bienestar.
• Las probabilidades de que los empleados quieran seguir trabajando más allá de la edad de jubilación se reducen en un 62%.
• Los costes de los programas de salud de los empleados se reducen, de media, en 1.000 dólares anuales.

Para elevar el nivel de bienestar en la empresa lo más adecuado es desarrollar una estrategia que sitúe al empleado en el centro, trabaje los cuatro pilares del bienestar y esté integrada con los valores corporativos de la organización.

Así, los programas de salud deben encaminarse a que el empleado conozca su salud, sepa como mejorarla y tenga las herramientas para actuar ante lesiones o problemas imprevistos. A nivel emocional, deben hacer hincapié en la importancia de la salud mental y de gestionar bien el estrés, así como dotar de instrumentos para solucionar las crisis vitales que le presentan a cada empleado.

En cuanto a los programas de salud financiera, deben dirigirse a que cada empleado se marque sus propios objetivos económicos y los cumpla, así como a proteger a los empleados ante shocks imprevistos. Por último, a nivel social, se debe poner de relevancia el valor de la red social de cada trabajador en el entorno laboral y los esfuerzos deben dirigirse a la resolución de problemas tan pronto como se tenga constancia de los mismos.