Los empleados son los grandes capacitadores del cambio y los mejores abogados de los valores de la organización
La conversación alrededor de la responsabilidad social corporativa ha cambiado en los últimos años. A medida que la necesidad de luchar contra el cambio climático o contra el aumento de la desigualdad se hacía más evidente, y las empresas iban siendo conscientes de su capacidad de impacto, los compromisos sociales, medioambientales y con el buen gobierno (ESG, por sus siglas en inglés) han ganado relevancia.
“La cruda realidad del riesgo climático, el cambio en los valores de las generaciones más jóvenes y la respuesta del sector financiero se han convertido en una llamada de atención para que las empresas actúen”, señalan Jessica Norton, Senior Director, GB Executive Compensation Practice Leader, y Hannah Summers, Executive Compensation and Reward Consultant, M&A Affiliate, de Willis Towers Watson. Y en esta necesidad de acción, el papel y el compromiso de los empleados es fundamental.
Los llamados criterios ESG, surgidos inicialmente del entorno financiero, pero hoy aplicables a cualquier compañía, buscan reforzar el compromiso de las empresas con la sociedad, el medioambiente y el buen gobierno. Más allá de un deber ético o moral, estos criterios obedecen a una demanda real por parte de los consumidores, los inversores y los empleados.
Un 92% de los consumidores confía más en una empresa que muestre compromiso social o medioambiental y, además, la mayoría es más leal a marcas comprometidas. Por otro lado, el 68% de los grandes inversores ya tienen en cuenta criterios ESG en su toma de decisiones y los empleados tienen en cuenta estos criterios a la hora de apostar por trabajar en una empresa. No solo eso, sino que las empresas con elevados índices de sostenibilidad están soportando mejor la crisis generada por el COVID-19, según Morningstar.
La gestión del talento y de los recursos humanos tiene un papel destacado en la responsabilidad social corporativa. Al fin y al cabo, los empleados son los que hacen posible el cambio y, al mismo tiempo, son los mejores abogados de los valores corporativos. Desde los departamentos de recursos humanos, se puede reforzar el compromiso de la organización a través de cuatro vectores.
Alinear la política de remuneraciones con los valores y objetivos de la empresa es la mejor manera de asegurar su cumplimiento
Es una forma de impulsar el cambio desde arriba hacia abajo. Alinear la política de remuneraciones con los valores y objetivos de la empresa es la mejor manera de asegurar su cumplimiento. Si esos objetivos son medioambientales o sociales, el enfoque no tiene por qué ser diferente.
A diferentes niveles, tanto financieros como administrativos, se está impulsando la necesidad de que las empresas alineen su estrategia y acciones ESG con la remuneración ejecutiva. Esto puede hacerse, por ejemplo, mediante la inclusión de métricas concretas de sostenibilidad plazo y ligarlas con incentivos específicos.
Hoy en día, el compromiso medioambiental es un elemento importante para muchos empleados. Y las empresas que tienen trabajadores más comprometidos tienden a obtener resultados por encima de la media. Establecer una estrategia de comunicación con los empleados y permitir que se involucren en las políticas y acciones ESG de la organización es importante para avanzar en el compromiso medioambiental y social corporativo.
Tanto las acciones más simples, como dejar que los trabajadores reciclen sus desechos en la oficina o participen en programas de limpieza, como otras más complejas, como escuchar a pilotos o conductores a la hora de establecer rutas de transporte más eficientes, son útiles para construir una cultura corporativa sostenible y responsable.
Desde el punto de vista de los recursos humanos, se deben anticipar los profesionales que serán necesarios en el futuro para cumplir con la estrategia y acciones ESG
Para implementar la estrategia ESG de una organización, puede ser necesario contar con habilidades y conocimientos específicos. Por ejemplo, no se pueden desarrollar estrategias de descarbonización sin expertos en energía en plantilla. Así, están surgiendo nuevas necesidades de talento, tanto a nivel empleado como a nivel ejecutivo.
Desde el punto de vista de los recursos humanos, se deben anticipar los profesionales que serán necesarios en el futuro para cumplir con la estrategia ESG. Además, se debe apostar por analizar las tareas que implica cada rol y reconstruir los trabajos tratando de incentivar la implementación de los objetivos de sostenibilidad y responsabilidad social.
De la misma manera que, a nivel ejecutivo, se pueden ligar ciertos complementos o recompensas a métricas ESG, se debe considerar hacer lo mismo de forma más amplia, incluyendo a toda la plantilla. Hay muchas maneras de hacerlo. Por ejemplo, se pueden dar opciones de inversión en fondos de pensiones ESG o beneficios adicionales para aquellos que usan medios de transporte sostenibles para ir al trabajo.
“Tal como se demostró durante la pandemia, las empresas que integran su estrategia ESG de manera significativa en la cultura de su organización son las que, en última instancia, logran un mayor compromiso de sus empleados y mejoran el éxito financiero”, concluyen Jessica Norton y Hannah Summers.
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