Puentes colgantes, túneles kilométricos o rascacielos imposibles dan forma al desarrollo de la civilización. Las grandes (y pequeñas) infraestructuras son posibles gracias a arquitectos y albañiles. Y gracias también a una de las industrias que más capital mueve en el planeta, que, sin embargo, no está exenta de riesgos. Uno de los más urgentes pasa por atraer talento al sector de la construcción.
Tal como se refleja en el informe Construction Risk Index 2017 elaborado por Willis Towers Watson, la industria global de la construcción depende de muchos factores, como la liquidez y la financiación, la seguridad global o el desarrollo del sector público. Sin embargo, como industria fuertemente ligada a la mano de obra, la innovación, la renovación y el talento de los trabajadores son piezas fundamentales.
“La industria de la construcción es una de las que menos invierte en talento”, señala Balfour Beatty, CEO de Leo Quinn, uno de los expertos consultados para el informe. Y no atraer talento al mundo de la construcción genera una serie de tendencias que dificultan la viabilidad de todo el sector. Estos son algunos de los riesgos que recoge el estudio:
El principal problema de la industria de la construcción, aunque varía de país a país, parece ser un problema de imagen. Ya no resulta un sector atractivo en el que hacer carrera. ¿Y por qué? Pues porque se percibe como un sector con pocas oportunidades de desarrollo profesional, baja diversidad (solo un 9% de los trabajadores son mujeres) y alta inseguridad laboral.
Así, los líderes de la industria que colaboraron con el informe de Willis Towers Watson coinciden en que la lucha por atraer talento al sector de la construcción se debe centrar en tres pilares.
La media de edad de los trabajadores del sector de la construcción es bastante superior a la de otras industrias. La reciente crisis financiera, y del sector inmobiliario en particular, tampoco ha ayudado a renovar la mano de obra. Las generaciones más jóvenes ya no quieren trabajar en el sector. “Los millennials no quieren estar en una obra dándole a un martillo, prefieren estar en una oficina diseñando cosas”, asegura Brett Philips, CEO de Structure Tone.
Los millennials no quieren estar en una obra dándole a un martillo
Además de mejorar la imagen de la industria y las oportunidades que ofrece, atraer talento al sector de la construcción tiene una lectura bajo la lupa de la innovación. Significa atraer talento digital.
Quizá no sea una industria con gran presencia de la tecnología, pero apostar por la digitalización podría ser clave para resolver los desafíos del futuro. Al mismo tiempo, incentivar el uso de la tecnología podría mejorar el atractivo del sector para los más jóvenes, cerrando así el círculo del talento y la innovación.
“La tecnología no solo contribuye a la eficiencia de la industria, sino que está convirtiendo la construcción en un sector en el que es emocionante trabajar. Estamos reteniendo empleados”, concluye Brett Philips. “Y estamos capturando la imaginación de los jóvenes, que quieren formar parte de lo que estamos construyendo”.
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