En las grandes compañías, la gestión empresarial debe tener más en cuenta que nunca los posibles riesgos a los que se enfrenta una empresa. Tanto es así que cada vez más organizaciones introducen en su organigrama la figura del Chief Risk Officer, un cargo tan relevante como el de otros altos directivos.
Dentro de una gran compañía, la cúspide empresarial estaba formada por tres figuras destacadas: el CEO, el Director Financiero y el Presidente. Sin embargo, este organigrama ha cambiado para dar cabida a un nuevo integrante y, por tanto, para convertir ese triángulo de la cúpula directiva en un cuadrado.
Esa cuarta figura es la del Director de Gestión del Riesgo, cuyo papel es crucial en la gestión de amenazas dentro de una empresa. Más aún en el sector asegurador.
Su papel ha cobrado tanta importancia que ha cambiado por completo el organigrama tradicional de la cúspide empresarial.
El Chief of Risk Officer o CRO es un cargo ejecutivo responsable de gestionar de manera eficiente y efectiva el control sobre los riesgos y oportunidades a los que se enfrenta una compañía.
Su presencia en las organizaciones es cada vez más común, sobre todo en grandes empresas, donde su papel en la toma de decisiones es crucial. Aunque, al tratarse de una figura relativamente novedosa y que requiere de amplia experiencia, aún existen pocos perfiles capaces de desempeñar este cargo de responsabilidad.
¿Qué se pide a un Director de Riesgos? Esta figura se ha consolidado en las grandes empresas en los últimos años y algunas de las funciones que desarrollan son:
Estas son algunas de las competencias que se demandan en las ofertas de empleo de LinkedIn entre las empresas que buscan CRO. En definitiva, sus funciones se centran en el análisis y la sanción del riesgo, garantizando que el nivel de riesgo de la compañía se encuentra dentro de los límites fijados por la misma.
Además, los avances tecnológicos juegan un papel importante en la labor del Chief Risk Officer, sobre todo en lo que se refiere al uso de técnicas analíticas y el manejo de datos.
Como decíamos antes, en la cúspide empresarial podemos distinguir cuatro figuras fundamentales tras la irrupción del CRO. Sin embargo, una vez vistas las funciones que cumple un Director de Riesgos dentro de una compañía, es preciso distinguir su papel del Chief Executive Officer o CEO, puesto que sus responsabilidades pueden, a menudo, confundirse.
El CEO o Director Ejecutivo de una empresa (también traducido como consejero delegado) es el máximo responsable de la gestión y administración de la compañía, por lo que sobre su figura recae la responsabilidad última en la toma de decisiones, estrategias y objetivos.
El CEO es responsable de la gestión y administración mientras el CRO evalúa los riesgos que amenazan a una compañía.
El CRO (también CRMO) se encarga, por su parte, de evaluar los riesgos que amenazan a una compañía y limitar esos negocios que pueden causar pérdidas. Para ello, debe analizar los posibles efectos de cada proyecto o inversión que pueda realizar la empresa.
Digamos que la figura del CEO está por encima de la del CRO en la toma de decisiones, pero, dada la importancia que hoy en día ha adquirido el cargo de Director de Riesgos, ambos pueden situarse en ese ‘cuadrado’ de la cúspide empresarial.
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