Principales riesgos en la cadena de suministros en la industria de la alimentación

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Equipo Risk & Broking

La industria de la alimentación supone un 2,5% del PIB de España. No solo es uno de los sectores más importantes de la economía española, sino que es un referente a nivel internacional. En Europa, según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, la industria alimentaria española ocupa el quinto puesto en valor de cifra de negocios, solo por detrás de Francia, Alemania, Italia y Reino Unido.

Un total de 31.342 empresas (el 17,4% de toda la industria manufacturera) trabajan en el sector de la alimentación en nuestro país, dando empleo directo a 496.200 personas. En total, suman un volumen de negocios cercano a los 120.681 millones de euros y exportaciones por valor de 29.931 millones de euros. En definitiva, la alimentaria es una industria sólida y de importancia capital en la economía de España.

La importancia de la gestión de riesgos en la cadena de suministros

Esta situación sería hoy imposible de mantener sin la existencia de un modelo de negocio robusto, protegido por la legislación europea y española. Y, sobre todo, sin una cadena de suministro sólida y probada que garantiza el éxito del proceso al completo, desde la producción de la materia prima hasta su llegada al consumidor final, pasando por los distintos procesos necesarios de la cadena.

La cadena de suministro incluye  todos los pasos necesarios en la preparación y distribución de un elemento hasta su venta final, entendiendo por sus elementos:  los proveedores de materias primas,  el almacenamiento, la logística, las líneas de trasformación y producción, los distintos canales por los cuales transita, la venta a los mayoristas, la venta hacia los minoritas y la venta al cliente final.

La cadena de suministros no puede ser ejecutada siempre de la misma manera, su metodología va a depender de la empresa sobre la cual se trabaje. En la industria alimentaria, suele estar integrada por la producción, la recolección y el procesado de la materia prima, su transporte y almacenamiento, la distribución (mayorista primero y minorista después) y la venta al por menor.

Que la industria alimentaria española tenga una cadena de suministros sólida no significa que esta sea invulnerable

Los riesgos de la continuidad del negocio

Que la industria alimentaria española tenga una cadena de suministros sólida no significa que esta sea invulnerable. Es necesario trabajar en la protección de los procesos y evitar las temidas interrupciones de negocio para minimizar los riesgos en la cadena de suministros. Estas se producen con cierta frecuencia, por ejemplo, por causa de fenómenos naturales o incendios, o ataques a la seguridad informática de las empresas del sector. La no continuidad del negocio puede incluso llegara a ser irreversible.

En 2019, según recoge el informe Horizon Scan Report 2019, del Business Continuity Institute (BCI), los principales problemas disruptivos que las organizaciones han detectado son:

Para minimizar riesgos se debe realizar el cálculo del tiempo necesario para la recuperación de las áreas más críticas de las empresas alimentarias después de un incidente

Así, queda claro que los riesgos en la cadena de suministros y del negocio es una de las preocupaciones más relevantes en el seno de las organizaciones. Por ello, es necesario articular soluciones adecuadas para evitar o minimizar el impacto de las mismas. El sector asegurador está muy pendiente del desarrollo de estas soluciones y recomienda su implantación como una medida de prevención esencial, sobre todo, en la industria alimentaria donde la siniestralidad es muy significativa.

El Sistema de Gestión de Continuidad de Negocio

Gracias a la experiencia del equipo de Consultoría de Gerencia de Riesgos de Willis Towers Watson, realizamos implantaciones de  Sistema de Gestión de Continuidad de Negocio para empresas  que estudian los problemas que pueden causar paralizaciones en la industria y sus planes de tratamiento, además de las interrelaciones existentes entre los distintos eslabones de la cadena de suministro. Lo que se busca es realizar el cálculo del tiempo necesario para la recuperación de las áreas más críticas de las empresas alimentarias después de un incidente.

A la hora de afrontar un proyecto de este tipo, es necesario llevar a cabo dos tipos de análisis. El análisis de impactos económicos sobre el negocio (BIA) y el análisis de los Riesgos específicos de Continuidad. De la combinación de ambos, se obtiene la información necesaria para elaborar las estrategias que se deben acometer después de un incidente que paralice la actividad productiva. Es decir, todo calculado, pensado y probado de acuerdo a la metodología descrita en la ISO 22301.

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Etiquetas: Sector alimentación y bebidas

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