Una vez más, hemos sido testigos de cómo uno de los buques insignia de Francia y emblema de las catedrales góticas europeas, capaz de resistir más de ocho siglos a convulsiones históricas como la Revolución Francesa, ha sucumbido a un incendio accidental. No en vano, el incendio es la razón de ser del sector asegurador: fue un incendio, el ocurrido en Londres en 1666 y que arrasó 12.300 viviendas y 87 iglesias, el motivo por el que se creó la primera compañía aseguradora en 1667.
Y es que la de París no es, ni mucho menos, la primera tragedia de estas características. Haciendo un repaso solo a la época contemporánea, encontramos otros muchos ejemplos de edificios emblemáticos destruidos por la acción de las llamas:
Si bien hemos hecho una retrospectiva por los incendios más recientes relacionados con edificios emblemáticos por su similitud con el ocurrido recientemente en París, lo cierto es que las construcciones del ámbito empresarial e industrial tampoco están exentas. Elementos eléctricos, chispas mecánicas, cigarros, líquidos inflamables, trabajos de corte y soldadura… cualquier pequeño error o despiste puede desencadenar una verdadera tragedia.
En el caso de la Catedral de Notre Dame, por tratarse de un Bien Patrimonio Mundial de la Humanidad y, por tanto, por tener un valor incalculable, no existe compañía aseguradora ni prima de riesgo que pueda asegurarla. Sin embargo, si lo ocurrido lo extrapolamos a un edificio menos singular y por lo tanto asegurable, necesitamos contar con el mejor asesoramiento, el mejor equipo de gestión de siniestros y con la póliza más eficaz en el momento del siniestro, que responda a la siguiente pregunta: ¿tenemos seguro o estamos asegurados?
Para ayudarte a responder a la pregunta de si tu empresa estaría correctamente asegurada en caso de que se produjera un incendio, la Directora de Mercado Medio (Industrias y Servicios) de Willis Towers Watson, Pilar Manjón, detalla las coberturas y servicios con los que debería contar tu programa de seguros:
Cuando se trata de un bien inmueble asegurable, que garantice la reconstrucción del mismo, en las mismas condiciones en las que estaba justo antes del siniestro. La compañía que asegure el inmueble bajo este contrato, tendrá el derecho de subrogarse en los derechos del Tomador/Asegurado y ejercer su acción de repetición contra el responsable causante del daño, salvo pacto en contrario. También es recomendable contratar coberturas optativas como la Pérdida de Beneficios y/o alquileres, Equipos Electrónicos, Avería Maquinaria entre otras, así como la revisión exhaustiva de cláusulas y exclusiones aplicables.
En el caso de la Catedral de Notre Dame, por tratarse de un Bien Patrimonio Mundial de la Humanidad y, por tanto, por tener un valor incalculable, no existe compañía aseguradora ni prima de riesgo que pueda asegurarla.
Cuando el inmueble se encuentre en situación de obras, hay que prestar especial atención a la cobertura de Bienes Preexistentes con el fin de garantizar el propio inmueble donde se realizan las obras, ya sea a través de la aceptación expresa de la agravación del riesgo por parte del asegurador de Daños, o bien a través de la cobertura de la póliza Todo Riesgo Construcción en exceso o en defecto de la anterior.
Para cubrir todos los perjuicios económicos que podría ocasionar el incendio a terceros, como los comercios, oficinas, restaurantes, etc. que se encuentren localizados en los alrededores. Estos locales se pueden ver obligados a cerrar durante la adopción de medidas de seguridad, los trabajos de remoción de los escombros y resto de medidas que puedan ser necesarias hasta la reconstrucción del inmueble.
Para los daños a la propia obra. Cabe destacar la importancia de incluir la descripción detallada de la obra o proyecto, así como el valor de la misma, e incluir coberturas adicionales como Riesgos de la Naturaleza, Terrorismo, Bienes Preexistentes, Gastos de remoción y demolición de escombros, Huelgas, Honorarios Profesionales, Horas extraordinarias, Robo, coberturas de error de diseño, periodos de prueba y de mantenimiento amplio, posibles prórrogas en caso de que se prolonguen las obras y la revisión de cláusulas y exclusiones aplicables.
Será importante reflejar la descripción detallada de la actividad asegurada y del proyecto u obra a realizar. Se aconseja incluir como asegurados a todas las partes intervinientes en la obra y a su vez como terceros, si fuese necesario. También conviene contratar límites de indemnización suficiente para atender las posibles reclamaciones de terceros, y debe estudiarse la necesidad de contratar otras coberturas como Profesional, Subsidiaria de Contratistas y Subcontratistas, Trabajos en Caliente, Daños a conducciones y/o colindantes, Daños a Preexistentes, Patronal, Cruzada, Utes, Productos / Post-Trabajos, Bienes confiados, Patrimoniales Puros, periodo de prueba y mantenimiento, defensa y fianzas, Liberación de Gastos, entre otras. Por último, han de revisarse todas las cláusulas y exclusiones aplicables.
Debemos contar con una póliza que resulte eficaz cuando ocurra el siniestro asumiendo las elevadas indemnizaciones y protegiendo la cuenta de resultados del asegurado, pero también prevenir.
Su contratación es imprescindible cuando se trata de piezas con un valor histórico y/o artístico. Aplicación de la modalidad de valoración adecuada, en este caso se recomienda contratar bajo el criterio de “valor acordado” (valores a asegurar, pactados y aceptados entre asegurado y asegurador). Los seguros de Arte, además, contemplan cláusulas necesarias para una completa cobertura, como son, entre otras, las de Demérito, Restauración, Descabalamiento, Pares y Juegos, Marcos y Cristales, Libre designación de restaurador, Gastos de documentación, etc.
La razón de ser de un bróker es el apoyo y la defensa de nuestros clientes, ofreciendo un alto estándar de calidad de servicio y soluciones aseguradoras que optimicen el Coste total del Riesgo y garanticen una correcta transferencia a las aseguradoras.
Podemos mencionar valores añadidos como:
La moraleja o reflexión que hacemos ante un incidente como el ocurrido en Notre Dame, es lo importante que es prevenir antes que curar. Es decir, debemos contar con una póliza que resulte eficaz cuando ocurra el siniestro asumiendo las elevadas indemnizaciones y protegiendo la cuenta de resultados del asegurado, pero también prevenir mediante la implantación de los sistemas más adecuados de protección de incendios, y protocolos de emergencia y actuación que eviten el riesgo o aminoren sus consecuencias.
En especial, este tipo de sucesos se pueden ver agravados cuando se realizan trabajos de rehabilitación o reforma, ya que en muchos casos se produce una alteración de los medios habituales de protección como consecuencia de las propias obras (la desconexión de detectores, rociadores o bocas de incendio son solo algunos ejemplos).
Por lo tanto hay que considerar que la seguridad no es un coste, sino una estrategia que ayudará a dar continuidad al negocio y a dar la seguridad necesaria para su crecimiento y consolidación corporativa.
¿Dónde contratar una póliza de seguro de auto para un vehículo con licencia VTC? Los…
El cambio normativo en España respecto a los planes de pensiones trata de impulsar la…
Para que las personas que cobran una pensión pública no pierdan poder adquisitivo, año a…
Reinvertir la desgravación de los planes de pensiones en el propio plan es una forma…
Hasta el año 2013, las pensiones de jubilación se calculaban en base a los últimos…
El año pasado se despidió con buenos números para el sector turístico. Aunque todavía no…