Omicron, la gran renuncia… Cómo liderar a través de los desafíos de 2022

La estabilidad parece que volverá a ser una excepción en 2022. El nuevo año empieza, igual que terminó 2021, plagado de retos. Las nuevas variantes de COVID-19, lideradas por omicron, alejan todavía el ansiado final de la pandemia. Los impactos locales y globales de la gran renuncia, el abandono del trabajo de millones de estadounidenses desde el año pasado, todavía no está claro. Y los riesgos medioambientales y geopolíticos siguen más presentes que nunca.

Los líderes empresariales seguirán haciendo frente a multitud de riesgos e imprevistos en 2022, a pesar de todas las herramientas disponibles para mitigarlos. Para prosperar en este escenario complejo a corto y medio plazo, existen seis acciones clave que pasan por ser flexibles, adaptables y creativos y observar el riesgo desde una perspectiva diferente.

1. Adoptar una nueva relación con el riesgo

El riesgo es ya un elemento totalmente presente en la mayoría de los negocios. Por eso, los líderes más eficaces han aprendido a reconocer su papel en las decisiones que toman y las acciones que implementan. Si bien es cierto que la mayoría de los grandes riesgos no suelen ocurrir de forma simultánea, muchos líderes contemplan esta posibilidad, lo que implica la necesidad de gestionar los riesgos de forma ágil y permanentemente actualizada.

Mitigar los riesgos requiere de un trabajo a largo plazo, pero ser adaptable significa también analizar la información día a día y tomar decisiones en el corto plazo. “Ser ágil significa trabajar constantemente para identificar el riesgo, prepararse para lo inesperado y estar listo para actuar con decisión cuando tienen lugar los eventos con un impacto potencial negativo”, explica John M. Bremen, Chief Innovation & Acceleration Officer, Willis Towers Watson.

Las medidas basadas en la ciencia establecidas para limitar la propagación del COVID-19 son efectivas y los líderes empresariales de mayor éxito son conscientes de ello.

2. Mejorar la seguridad en el trabajo y fomentar la vacunación

Las medidas basadas en la ciencia establecidas para limitar la propagación del COVID-19 son efectivas y los líderes empresariales de mayor éxito son conscientes de ello. Apoyan el uso de tests, la ventilación, el uso de mascarillas, el distanciamiento físico, la disminución de la densidad de empleados a través del teletrabajo y fomentan la vacunación entre sus empleados. A pesar de las nuevas variantes, las vacunas siguen siendo la forma más eficaz de prevenir enfermedades graves, hospitalizaciones y muertes por COVID-19.

 

3. Centrarse en el bienestar de los empleados

La crisis sanitaria, económica y social derivada de la pandemia ha afectado a millones de personas de forma directa en todo el mundo -y muchas más de forma indirecta-. El liderazgo más efectivo ante esta realidad pasa por centrarse en el bienestar de los empleados (físico, emocional, financiero y social). Una plantilla saludable y resiliente es la base para una organización saludable y resiliente. Además, para reforzar la solidez de la compañía, los líderes deben apostar por una gestión práctica, flexible, ágil y transparente.

4. Impulsar la mejora de la salud mental

La buena salud mental y la seguridad psicológica son elementos claves de una plantilla y una organización resilientes. Para impulsar esta mejora, los líderes deben mostrar empatía y transparencia, así como solidez y disciplina a la hora de gestionar los riesgos, lo que ayuda a los empleados a sentirse más seguros. La ansiedad y el estrés acompañan habitualmente a los eventos disruptivos y de alto impacto como la pandemia. Las organizaciones deben reconocerlo y ofrecer el apoyo emocional necesario a sus trabajadores y sus familias.

Una gestión del talento efectiva es clave para mantener la competitividad de la empresa en todo momento y, en especial, en escenarios inestables como el actual.

5. Estar atento a los desafíos de la gestión del talento

Una gestión del talento efectiva es clave para mantener la competitividad de la empresa en todo momento y, en especial, en escenarios inestables como el actual. Ante eventos como la gran renuncia que está teniendo lugar en Estados Unidos, las organizaciones y sus líderes deben esforzarse por convertirse en lugares en los que el talento quiere estar y reforzar las razones por las que los trabajadores se sienten atraídos por la empresa.

“Deben crear propuestas de valor y experiencias de empleado exitosas, que se apoyen en las ventajas de la flexibilidad, transformen las retribuciones y los beneficios, estén alineadas con los cuatro pilares del bienestar y refuercen la cultura, los valores y el propósito de la organización”, señala John M. Bremen.

6. Redoblar la apuesta por la innovación (elástica)

En mercados volátiles y altamente disruptivos, la innovación ha cambiado para dar respuesta a los desafíos a corto y largo plazo. La innovación elástica es un enfoque que gana cada vez más peso y que consiste en lograr innovar de forma ágil y cortoplacista para adaptarse a los vaivenes del mercado mientras se mantienen los objetivos de innovación a largo plazo.

Esta innovación elástica se suma a las ya tres categorías tradicionales de la innovación (de base, incremental y radical o disruptiva) y agrupa los esfuerzos para abordar las necesidades de corta duración del mercado en el futuro cercano. “Los riesgos de alto impacto no van a desaparecer”, concluye el Chief Innovation & Acceleration Officer, Willis Towers Watson. “Los líderes deben ser conscientes y, en consecuencia, deben adoptar una nueva actitud y tomar medidas de mitigación de riesgos que sirvan para diferenciar su organización de la competencia”.