
Consejos para mejorar las soft skills del equipo de trabajo

18 de agosto de 2022
NUESTROS EXPERTOS:
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4 minutos
Edición editorial:
Juan F.SamaniegoEs el momento de contratar nuevo talento. Necesitamos a alguien que sea capaz de analizar datos con Python y tenga conocimientos matemáticos avanzados. Pero también debe ser una persona con habilidades comunicativas y ciertas dotes de liderazgo. Y es que las soft skills son tan importantes como las hard skills a la hora de construir un equipo de trabajo eficaz y eficiente. Pero, ¿a qué nos referimos exactamente cuando hablamos de habilidades blandas y cómo podemos mejorarlas en la plantilla?
¿Qué son las soft skills?
En los años 60 del siglo pasado, los expertos en recursos humanos y gestión de personas empezaron a darse cuenta de que habían estado pasando por alto habilidades de los trabajadores que eran tan importantes como sus conocimientos técnicos. Un líder, por ejemplo, debía ser capaz de motivar a los demás y redactar informes claros y comunicativos. Fue en 1972, durante una conferencia de la Comandancia Continental del Ejército de Estados Unidos (CONARC), cuando apareció por primera vez el término soft skills con una definición científica.
En aquel encuentro, el doctor Paul Whitmore presentó el artículo What are soft skills? en el que definía las habilidades blandas como habilidades importantes relacionadas con el trabajo que suponen poco o ningún contacto con máquinas y cuya aplicación está bastante generalizada. En su momento, la importancia de las soft skills fue muy debatida, pero hoy sabemos que son una pieza fundamental en el desarrollo del trabajo y el buen funcionamiento de las empresas.
Agrupamos bajo el término soft skills a todas aquellas habilidades no técnicas que influyen en el rendimiento del equipo de trabajo.
Hoy agrupamos bajo el término soft skills a todas aquellas habilidades no técnicas que influyen en el rendimiento del equipo de trabajo. Son las habilidades que permiten a una persona relacionarse correctamente con el entorno que le rodea y coinciden en gran medida con lo que conocemos también como habilidades sociales. Hablamos desde la capacidad de dialogar y comunicarse de forma efectiva hasta la habilidad de trabajar en equipo, motivarse y motivar a los demás o gestionar crisis.
¿Qué diferencias hay con las hard skills?
Las soft skills pueden también definirse en contraposición a las habilidades duras o hard skills. Estas últimas son todas las habilidades técnicas que se aprenden con formación y experiencia profesional. Existen tres grandes diferencias entre las habilidades blandas y las duras:
- Mientras las hard skills se relacionan con la inteligencia cognitiva e intelectual en diferentes campos, las soft skills están vinculadas a la inteligencia emocional.
- Las habilidades duras se adquieren mediante procesos formativos más o menos formales y reglados, mientras que las soft skills se desarrollan a través de la experiencia y las interacciones sociales.
- Todas las empresas valoran en gran medida las hard skills, mientras que la puesta en valor de las habilidades blandas depende en gran medida de la cultura de la organización.
¿Cuáles son las soft skills más demandadas en las organizaciones?
Las habilidades blandas no son valoradas por igual por todas las organizaciones. Además, al igual que sucede con las habilidades duras, su demanda varía a lo largo del tiempo en función de las necesidades de la sociedad y el mercado. De acuerdo con EAE Business School, estas son las soft skills más demandas por las empresas en 2022:
- Flexibilidad. En un contexto económico y social marcado por la incertidumbre y la fragilidad, la habilidad para encajar los imprevistos sin desviarse del objetivo es fundamental.
- Adaptabilidad. Como en el caso anterior, es importante adaptarse a los cambios inesperados en el camino hacia escenarios de mayor estabilidad.
- Empatía. Esta es una de las habilidades blandas que mayor valor ha recibido en los últimos años. La capacidad de escuchar y ponerse en lugar de los demás es clave para el liderazgo y el trabajo en equipo.
- Comunicación. En el contexto empresarial, es tan importante saber hacer algo como saberlo comunicar correctamente. Es una habilidad especialmente valorada en los líderes, pero no solo.
- Pensamiento crítico. Si bien la mayoría de empresas marcan unos objetivos y unas líneas de trabajo desde arriba, es importante que cada trabajador tenga ideas propias y no siempre acepte las cosas sin cuestionarlas.
- Creatividad. Esta habilidad es fundamental para poder pensar de forma diferente o out of the box. En los escenarios cambiantes, es necesario tener nuevas ideas creativas para encontrar soluciones inteligentes a los problemas.
- Transparencia. Otra de las soft skills más valoradas en los líderes y los mandos intermedios. Los problemas y los desafíos no se deben ocultar, sino que deben afrontarse con claridad y transparencia.
- Cooperación. Cada vez es más habitual que las empresas valoren el trabajo en equipo por encima del individualismo.
Las soft skills son tan importantes como las habilidades técnicas para el buen desempeño y el éxito de una organización.
Claves para mejorar las soft skills en las empresas
Para adquirir hard skills existe la educación formal, desde cursos técnicos de pocas semanas hasta grados y másteres universitarios. Las soft skills no se adquieren de la misma manera, pero la propia empresa puede instaurar una serie de prácticas para mejorar las habilidades blandas de sus empleados.
- Programar actividades enfocadas al desarrollo de las soft skills. Al igual que muchas empresas ofrecen formación técnica especializada a sus empleados, pueden poner en práctica cursos que refuercen y mejoren las habilidades blandas. La comunicación, el trabajo en equipo o el pensamiento crítico son habilidades que pueden trabajarse.
- Promover una cultura empresarial que favorezca las soft skills. De la directiva a los mandos intermedios y a la propia organización del trabajo, la cultura corporativa sirve para poner en valor las habilidades blandas. Si estas no se premian, es difícil que los empleados desplieguen todo su potencial.
- Contar con mentores que guíen de forma personalizada a cada empleado, saquen lo mejor de cada uno y contribuyan a reforzar las habilidades comunicativas de cada trabajador.
- Fijar objetivos para mejorar las habilidades blandas de manera similar a como se fijan los objetivos de productividad o de mejora de las hard skills.
- Asignar tareas relacionadas con algunas habilidades blandas a cada trabajador dentro de cada equipo. Por ejemplo, alguien puede estar encargado de la gestión del tiempo y otro empleado puede documentar los procesos y comunicarlos.
Las soft skills son tan importantes como las habilidades técnicas para el buen desempeño y el éxito de una organización. Un equipo de excelentes analistas no servirá de mucho si no sabe gestionar el tiempo, no es capaz de trabajar en equipo o no puede comunicar los resultados a empleados y directivos no técnicos.
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