
El COVID-19 y los riesgos de los directivos de la industria farmacéutica

20 de octubre de 2020
NUESTROS EXPERTOS:
Tiempo de lectura
4 minutos
Edición editorial:
Juan F.SamaniegoLa pandemia del COVID-19 ha puesto el mundo al revés y la industria farmacéutica está inmersa en una carrera contra reloj para lograr una vacuna
Una inversión millonaria, un proyecto de varios años de duración y un resultado incierto con bastantes probabilidades de no ser viable. Todo esto dependiente de procesos complejos y muy regulados y con un impacto directo en la salud de los clientes. El cóctel, que pondría en alerta a los directivos de cualquier empresa, no es más que el escenario en el que se mueve la industria farmacéutica en busca de una vacuna o un tratamiento para frenar el COVID-19.
Los directivos, consejeros y administradores de una de las industrias con mayor exposición del mundo tienen que hacer frente a una serie de responsabilidades derivadas de sus actos y acciones. Sin embargo, existen condicionantes que pueden incrementar la probabilidad de sufrir reclamaciones derivadas de nuestras obligaciones frente a terceros.
La exposición de la industria farmacéutica
La gestión de escenarios cambiantes y de la elevada incertidumbre marcan el día a día de la industria farmacéutica. Para llegar a comercializar un fármaco o una vacuna, las empresas de la industria deben hacer frente a un proceso complejo. Éste empieza con una inversión inicial muy alta y procesos de maduración largos e inciertos. Pueden llegar a pasar hasta 15 años desde que un laboratorio comienza a trabajar hasta que el medicamente recibe la aprobación de los reguladores. Además, muchos procesos concluyen sin resultados satisfactorios.
Solo en Estados Unidos, durante el año pasado se presentaron 400 demandas colectivas, de las cuales un 21% estaba dirigido contra empresas farmacéuticas
Para financiar estos proyectos, es habitual recurrid al mercado de capitales. Además, muchas de las compañías del sector cotizan en bolsa. Ambos factores redundan en una mayor exposición a reclamaciones de accionistas. Solo en Estados Unidos, durante el año pasado se presentaron 400 demandas colectivas, de las cuales un 21% estaba dirigido contra empresas de la industria farmacéutica.
Por otro lado, la importancia de los medicamentos y las vacunas para la sociedad hace que el sector esté sometido a un elevado nivel de escrutinio, tanto de los reguladores como de parte del público. Agencias como la AEMPS en España o la FDA en Estados Unidos se aseguran de que los productos farmacéuticos sean seguros y eficaces, protegiendo la salud pública. A su vez, el consumidor es cada vez más consciente y, dado que la curva de edad de la población ha ido en aumento, más demandante de productos farmacéuticos.
La responsabilidad de la industria farmacéutica
Partiendo de este escenario de base, la crisis mundial resultante del COVID-19 también ha tenido su impacto particular en la industria farmacéutica. Desde el punto de vista de los directivos, algunas empresas farmacéuticas han sido demandadas por comentarios sobre una posible vacuna contra el coronavirus con intención de influir en la valoración de la empresa en bolsa.
Por ejemplo, afirmar que se está cerca de conseguir una vacuna puede provocar una subida temporal del precio de las acciones. Sin embargo, si esas afirmaciones no se ajustan a la realidad y no se respaldan con estudios científicos, pueden resultar rápidamente en una caída en bolsa y derivar en demandas colectivas contra la compañía.
Otro ejemplo clásico de los riesgos derivados de la responsabilidad de las empresas es el de los opiáceos. Estas sustancias, prescritas para tratar diferentes grados de dolor, tienen una cara B, ya que son potencialmente adictivas e incluso pueden causar sobredosis. Hoy existe una crisis social en algunos países causadas por el elevado nivel de adicción entre algunos sectores de la población.
Esto ha tenido su impacto en la industria y en algunas empresas en particular, señaladas por ocultar el potencial adictivo en aras de los beneficios comerciales. Por ejemplo, la empresa que fabrica el OxyContin tuvo que hacer frente en 2007 a una multa de más de 600 millones de dólares por la opacidad en la información de su producto. En los últimos años, los procesos legales contra la compañía no han dejado de aparecer, provocando que, en 2019, esta entrase en concurso de acreedores.
Los seguros como herramienta frente al riesgo
El sector farmacéutico es uno de los más regulados del mundo y, al mismo tiempo, una de las industrias más expuestas. Además, opera de forma global y sus cadenas de fabricación y producción se encuentran fuertemente deslocalizadas. Todo esto, unido al cambio de paradigma del consumidor, se ha traducido en más repercusión y responsabilidad de los directivos ante posibles reclamaciones.
Desde hace tiempo, el sector asegurador ofrece pólizas de responsabilidad civil de directivos, administradores y consejeros de compañías farmacéuticas. Son pólizas que suelen incluir, de forma general, cobertura para los costes y gastos legales incurridos en su defensa ante reclamaciones y el pago de potenciales indemnizaciones.
Las pólizas han ido adquiriendo un alcance cada vez para cubrir reclamaciones allí donde se reciban, en línea con la internacionalización de la industria
Además, en los últimos años, se ha venido apostando por hacer una suscripción más ajustada a la realidad que vive el sector. Así, las pólizas han ido adquiriendo un alcance cada vez mayor ofreciendo ámbito mundial para cubrir reclamaciones allí donde se reciban, en línea con la internacionalización de la industria farmacéutica.
Por último, comprender las complejidades que presenta un mercado volátil como el farmacéutico es clave para mantener los riesgos bajo control. Contar con asesoramiento experto y equipos específicos con conocimiento sobre la industria es vital para tomar mejores decisiones y desarrollar las estrategias que tengan en cuenta los riesgos inherentes al sector y a sus directivos.
Por si te lo perdiste:
Suscríbete a nuestra newsletter para recibir las últimas novedades sobre riesgos financieros, profesionales y corporativos o ciberriesgos.
Deja un comentario
Deja un comentario