
Desgravaciones a planes de pensiones: ¿se deben mantener o eliminar los incentivos al ahorro para la jubilación?

2 de septiembre de 2020
NUESTROS EXPERTOS:
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Edición editorial:
Juan F.SamaniegoFomentar el ahorro complementario a largo plazo es uno de los caminos a seguir ante los retos de las pensiones
Fomentar el ahorro a largo plazo es una de las soluciones para hacer frente a los desafíos que rodean el futuro de las pensiones y la sostenibilidad del sistema público. Son muchos los expertos, entidades y organizaciones que están de acuerdo en este punto. Sin embargo, las diferencias surgen a la hora de estudiar cómo llevarlo a la práctica. El debate está abierto: ¿qué hacer con las desgravaciones a planes de pensiones?
Reducción: la postura de la AIReF
Entre las ventajas que tienen los planes de pensiones en España, la desgravación de las aportaciones en el IRPF es una de las más destacadas. Este incentivo al ahorro permite reducir la cantidad de la base imponible del IRPF que tenemos que abonar a Hacienda. Es decir, al mismo tiempo que se ahorra para el futuro, se reduce la factura fiscal en el presente. La cantidad desgravable varía en función de las aportaciones, pero tiene un máximo anual: 8.000 euros o el 30% de los rendimientos netos del trabajo o la actividad económica.
El pasado mes de julio, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) de España, emitió un informe acerca de 13 beneficios fiscales, analizando su capacidad tanto en términos de recaudación como de fomentar los objetivos para los que habían sido creados. Entre otros incentivos, estudiaron el caso de las desgravaciones a planes de pensiones. Su conclusión fue clara: este incentivo debe reformarse.
La AIReF plantea la reformulación completa de los incentivos fiscales de manera coherente con las recomendaciones que se acuerden en el Pacto de Toledo
De forma general, la AIReF se inclina por continuar con las reformas efectuadas en los beneficios fiscales del IRPF. Con respecto a los sistemas de previsión social, como los planes de pensiones, la autoridad fiscal concluye que este incentivo, tal como está planteado, no consigue el objetivo de fomentar el ahorro a largo plazo. Así, plantea su reformulación completa “de manera coherente con las recomendaciones que se acuerden en el Pacto de Toledo sobre ahorro complementario a largo plazo” y apuesta por su reducción.
¿Una reformulación necesaria?
Tras la publicación del informe de la AIReF, las principales asociaciones empresariales y, en particular, del sector asegurador no tardaron en mostrar un posicionamiento favorable a la revisión de este incentivo. Sin embargo, esta revisión debería ir más encaminada a fomentar todavía más el ahorro a largo plazo como solución al desafío de la sostenibilidad de las pensiones.
Por un lado, la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones (Inverco) ha defendido la situación actual de los beneficios fiscales de los planes de pensiones, que ahora mismo funcionan como un salario diferido y no como una exención de impuestos. En el momento de la jubilación se tributa tanto por las aportaciones como por los rendimientos generados.
Inverco ha señalado además que este incentivo fiscal en España está a la cola con respecto a los países de la OCDE. Por ello, la asociación aboga por reformular el sistema de incentivos, de forma que se fomente el segundo pilar del sistema de pensiones (los planes de empleo) y se aumenten las deducciones para incentivar el ahorro.
Las principales asociaciones coinciden en que puede existir una necesidad de reforma, pero en ningún caso esta debe estar encaminada a reducir o hacer desaparecer los incentivos fiscales
Ahorro para la jubilación
En una línea parecida se ha manifestado la asociación empresarial del seguro, UNESPA, desde donde señalan que el ahorro complementario es la herramienta principal para compensar una previsible pérdida de poder adquisitivo una vez abandonado el mercado laboral. Por ese motivo, el ahorro complementario debe seguir promoviéndose.
Según la asociación, el escaso desarrollo de la previsión social complementaria en España no se debe tanto al esquema tributario, “sino a una falta de concienciación social en torno a la conveniencia de ahorrar para complementar la pensión pública. Esta carencia se debe, principalmente, a una ausencia de información”.
Por último, el Instituto de Estudios Económicos llama a no subestimar los desafíos de las pensiones y a profundizar en las reformas que ayuden a fomentar el ahorro y asegurar la sostenibilidad futura del sistema. Así, la entidad considera que los incentivos fiscales se deben mantener o, incluso, incrementar. Además, señalan la necesidad de un marco regulatorio estable, que aporte seguridad jurídica al ahorro a largo plazo.
En líneas generales, todos coinciden en que puede existir una necesidad de reforma, pero en ningún caso esta debe estar encaminada a reducir o hacer desaparecer los incentivos fiscales.
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