El equilibrio entre el trabajo y la familia o el tiempo personal es uno de los aspectos más importantes de un entorno laboral saludable. Una adecuada flexibilidad laboral previene el estrés de los empleados y aumenta su compromiso con la empresa. El desequilibrio lleva justo a lo contrario y puede incluso generar problemas de salud. El flexiworking surge como respuesta a las necesidades de los trabajadores de conciliación, flexibilidad en los horarios de trabajo y personalización de las jornadas.
Según la Federación Española de Mujeres Directivas, Ejecutivas, Profesionales y Empresarias (FEDEPE), la conciliación, o lo que se conoce en inglés como work-life balance, es la tercera gran barrera a la que se enfrentan las mujeres en España. Las otras dos son la equidad salarial (por encima del 12% según un estudio de 2019 de la CEOE y PwC titulado ‘Análisis de la Brecha Salarial de género en España’) y el techo de cristal (un 26% de los miembros de consejos de administración de empresas del IBEX eran mujeres en 2019).
Además, la conciliación ha dejado de ser algo reservado en exclusiva para madres y padres con hijos pequeños. Cada vez gana más peso como una prioridad para todas las generaciones que conviven en la empresa. La cultura laboral ha ido cambiando y tiende a centrarse en la productividad y validez de cada empleado en lugar de en las horas que pasa en su puesto de trabajo. Eso ha hecho que cada vez más compañías recurran al flexiworking, un modelo de trabajo en el que la flexibilidad laboral va un paso más allá para beneficio del trabajador y, por supuesto, de la empresa.
Hace tiempo que el concepto de equilibrio entre vida laboral y familiar se nos quedó pequeño. Cuidar de los hijos ya no es la única razón por la que los trabajadores exigen mayor flexibilidad laboral a sus empresas, y tampoco una adaptación de horarios es la única manera en la que los empleados pueden conseguir esa situación idílica en la que sus vidas personales y laborales están en equilibrio.
Del mismo modo, las empresas también se han dado cuenta de que la conciliación no es sólo beneficiosa para sus trabajadores, sino que también repercute positivamente en sus resultados. Por eso, cada vez es más frecuente que se adopten políticas laborales que van en beneficio del bienestar del trabajador para que éste aporte el máximo rendimiento a la compañía. A ese conjunto de medidas -de toda índole- destinadas a dar mayor flexibilidad al empleado para que mejore su productividad en el trabajo se le conoce como flexiworking, una tendencia cada vez más extendida.
La revista Forbes define el flexiworking como la elasticidad del trabajo elevada a todos los sentidos. Se trata de una práctica imprescindible para la conciliación pero va algo más allá de la simple adaptación de los horarios de entrada y salida de los trabajadores, o de dejar cierto margen en las horas de entrar y salir del trabajo.
El flexiworking implica que dichos horarios de entrada y salida están diseñados en función de las necesidades de cada trabajador, de manera que éste siga sus propios ritmos, siempre y cuando cumpla con los objetivos marcados por la empresa.
Eso también significa que los empleados pueden reducir las jornadas que trabajan en la oficina, optar por el trabajo en remoto cuando lo necesiten e incluso disponer de algún día libre por motivos personales sin tener que avisar a la empresa.
Todas esas medidas que contempla el flexiworking son las que garantizan el equilibrio laboral y familiar porque, si un empleado está a gusto en su trabajo, su rendimiento será mayor, como también lo serán su compromiso y su lealtad con la empresa.
“Para que los empleados puedan usar las políticas de flexibilidad disponibles, necesitan sentir que tienen permiso para hacerlo; es decir, deben asegurarse de que trabajar de manera flexible no tendrá efectos adversos en su experiencia en el trabajo y sus perspectivas de carrera”, explica Monique Killmore, consultant de Talent & Rewards de Willis Towers Watson.
Por eso este modelo de organización del trabajo es más importante si cabe entre las mujeres, pues son ellas las que, con mayor frecuencia, asumen las responsabilidades y obligaciones del cuidado de hijos y personas mayores e incluso renuncian a su progresión laboral para poder conciliar su actividad con su vida personal, una de las razones que dificultan romper el techo de cristal.
En este sentido, el papel de los directivos es esencial a la hora de impulsar políticas de flexiworking en las empresas. Un estudio de Willis Towers Watson Global Workforce indica que tan sólo el 44% de los empleados creen que sus directivos muestran una preocupación real por el bienestar de sus trabajadores.
Monique Killmore insiste al respecto en que “la implicación de los altos cargos de una compañía en que sus empleados puedan conciliar sus vidas familiares y laborales es básica para reducir el estrés de los trabajadores y, en consecuencia, mejorar su bienestar y su productividad en la empresa.”
Como se ha podido explicar en el anterior apartado, la flexibilidad laboral no sólo consiste en un cambio de horarios del trabajador, debido a esto podemos encontrarnos con diferentes modalidades de flexiworking. Las modalidades van a depender de las medidas que se tomen en cada empresa, aunque, una única medida no es del todo sinónimo de flexiworking, porque este concepto implica ir más allá. Debido a esto no existen modalidades definidas como tal, por ello es muy importante entender el concepto y saber reconocer cuándo, una empresa, está llevando a cabo este método de trabajo entre sus empleados.
La base de esta modalidad laboral es conseguir el bienestar del trabajador siempre que éste cumpla con los objetivos marcados por la empresa. Eso significa que el trabajador puede elegir empezar su jornada laboral un día a las ocho de la mañana y otro a las diez, quedarse a trabajar un día concreto en remoto o compensar sus horas de trabajo en menos días para poder disponer de más días libres en una semana.
Esta política laboral está hecha a medida del trabajador, pero siempre con el objetivo de obtener una repercusión positiva en su productividad dentro de la empresa.
Es el empleado quien elige cómo organizarse y eso está cada vez más valorado por parte de los empleados. De hecho, el estudio ‘Employer brand research 2019’ de Randstad concluye que el 43% de los empleados consideran de gran importancia la flexibilidad laboral y que el 55% consideran la conciliación un aspecto determinante a la hora de aceptar un trabajo. ¿Se imagina cualquier empresa perder a sus grandes talentos por no saber ver esto?
Obviamente, los límites del flexiworking los marcarán las necesidades de cada empresa, pero hay diferentes formas de sacar el máximo partido al capital humano de una compañía aplicando la flexibilidad laboral:
La implantación del flexiworking tendrá como límite el cumplimiento de los objetivos de la empresa pero, como ya estamos viendo, un trabajador contento es un trabajador más productivo y ésa es la principal ventaja que obtiene la compañía. Pero hay otras a tener en cuenta:
Gracias a las nuevas tecnologías, la conciliación familiar ha ganado un nuevo aliado: el teletrabajo, una modalidad más de flexiworking que cada vez está más implantada en las empresas, especialmente después del confinamiento al que obligó la pandemia de COVID-19.
Una de las consecuencias del coronavirus fue la aceleración del trabajo en remoto. IDC Research España pronostica que en este 2021 el 30% de los empleados en España ejerza el teletrabajo de forma definitiva.
En 2018, esa cifra estaba por debajo de la media europea, que era del 15%, pero lo cierto es que incluso cuando se implantó el teletrabajo por culpa de la COVID-19, España fue de los últimos países del continente en tomar esta medida.
Es más, muchos de los empleados que pudieron trabajar en remoto durante el confinamiento estricto tuvieron que volver a la oficina. Según el Centro de Investigaciones Sociológicas, esa cifra se sitúa en el 40%, al que hay que sumar un 28,3% de empleados que no pueden permitirse teletrabajar por la naturaleza de su trabajo o por la política de su empresa, lo que nos indica que en materia de flexworking queda mucho por avanzar en nuestro país.
